Extraño ser. Tan otro, tan lejano. Sos como un misterio que me atrae, pero que no quiero descifrar.
Tu mirada, penetrante e indiferente forma una muralla a tu alrededor... ¡Tantos se estrellaron, intentando derribarla a puños y espadazos!
Y yo... Yo te quiero completo, con tus ojos y tus murallas. Me acerco a ellas, las observo, las admiro y las abrazo.
Y cuando entre abrazos se te escapa algún que otro ladrillo, soy tan afortunada al espiar en tu interior...
Pero los ladrillos no tardan en volver a su lugar. Y yo me alejo de a poco, para volver a mirarte de lejos. Con tus ojos y tus murallas. Tan otro, tan lejano, tan hermoso.
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